Cuando todavía la resaca de los resultados del 26J no permiten ver con claridad el horizonte, se pueden empezar a sacar ya conclusiones de lo ocurrido durante la última semana en el mundo, opiniones y análisis que el juez universal, que es el tiempo, se encargará de plasmar en los libros de historia que estudien los niños que ahora están llegando a este mundo.

La conclusión que personalmente me llama más la atención es la “brecha generacional” a la que quiero dedicar unas cortas líneas.

Si miramos lo que está pasando en el mundo, hay abierta una diferencia muy importante en función de la generación.

Siempre las diferencias que decidían elecciones y gobiernos eran las ideológicas, ahora, las divisiones parece que vienen en función de las generaciones, de los presentes y pasados vividos por unos y por otros, de la diferente mirada al futuro que son claramente distintas entre los jóvenes y los mayores.

Donald Trump se postula como favorito para las próximas elecciones americanas en las casas de apuestas y encuestas, que si bien es verdad últimamente están en momentos delicados por su falta de acierto. Al parecer los americanos, más allá de ideas republicanas o demócratas, de políticas conservadoras o socialdemócratas, están dándole más importancia al tema de la seguridad con un toque cuasi racista, para evitar según ellos, la entrada al país de más “haters” del capitalismo llegados desde oriente medio. Sus frases más lapidarias y surrealistas pasan por “pedir el bloqueo completo a la entrada de musulmanes a EEUU”, “hacer un muro en la frontera con México” o “que si gana las elecciones devolvería a todos los refugiados Sirios a su casa”.

La carrera hacia la casa blanca parece que está teniendo muy en cuenta esto, haciendo que reconocidos republicanos no quieran votar a su posible candidato, o que ilustres demócratas estén pensando en el voto que proteja sus hogares por delante de algunas propuestas fuera de tono del excéntrico millonario.

Si analizamos por edades las distintas opiniones entre el público americano vemos como la gente más mayor prioritariamente son los que, independientemente de su ideología, se decantan por Trump, mientras que los más jóvenes aparentemente más tolerantes, se decantan por la demócrata Hillary Clinton.

Por otro lado, el pueblo británico, hace una semana decidía “salir de la unión europea”, el tan traído BREXIT, que dando la vuelta a las encuestas y casas de apuestas ha marcado claramente la brecha generacional entre jóvenes ingleses, que claramente querían seguir formando parte de Europa, y los más mayores que no quieren que el Reino Unido tenga las fronteras abiertas y sin su control evitando la llegada de refugiados, inmigrantes y por ende, como Trump, musulmanes que puedan violentar la tranquilidad del país.

Los padres y abuelos ingleses, han decidido que sus hijos y nietos tengan un futuro económico incierto, aunque según ellos más seguros.

Me temo que los ingleses se arrepentirán de dar este paso atrás, y probablemente sea dentro de muy poco, cuando vean que siguen siendo vulnerables a los atentados Yihadistas de los que nadie por desgracia está libre y cuando comprendan que su decisión es racista, irracional y contraria al progreso de uno de las mayores potencias del mundo.

En Estados Unidos y en el Reino Unido, los mayores empujan a la ruptura con el resto del mundo, a la desconexión, a la frontera, a la vuelta atrás, a que prime seguridad ante el crecimiento, a políticas menos sociales y más sectarias, mientras que los jóvenes quieren unión, políticas sociales, solidaridad, tolerancia y que primen las políticas del crecimiento económico para que encuentren empleos estables como pilar fundamental para formar familias.

¿Y que sucede en España?

Cuando dicen que España Is Different, probablemente sea porque nos lo hemos ganado a pulso. 😉

Mientras que en esos países las personas más mayores buscan la ruptura, olvidar el crecimiento frente a la seguridad, los más mayores en España mayoritariamente votan a los partidos tradicionales PP+Psoe que son precisamente los que defienden la unión, tanto interna en España como en la pertenencia a la Unión Europea y la estabilidad. Los mayores en España votan mayoritariamente a los partidos que con unas políticas liberales o socialdemócratas(totalmente distintas), apuestan por el crecimiento, el empleo, la solidaridad y la igualdad.

¿Y que hacen los jóvenes en España al contrario que en estos países donde defienden la unión, el progreso y las políticas de crecimiento? En España, al revés que en el mundo, mayoritariamente quieren políticas comunistas, populistas y revolucionarias (no todos por suerte), que sólo han traído el desastre a los países donde se ha ejercido como China, Corea, Rusia (a pesar el petróleo), Cuba y las tan de moda Venezuela y Grecia.

Los jóvenes en España, por culpa casi en su totalidad de los políticos corruptos de todos los partidos, han llegado a comprender la política como un nido donde se roba y se corrompe la gente, en lugar del lugar donde con los impuestos de todos, se gestiona la mayor parte de nuestras vidas, olvidando todo lo que nos ha enseñado la historia reciente de España. Los jóvenes españoles igual que en otros países como Grecia o Portugal han entrado en la desesperación de tener una buena preparación pero dificultad para desarrollarla en un trabajo, y si lo hacen, con una competencia tremenda que exige un sacrificio máximo en lo laboral para lo que cuesta acostumbrarse, y eso hace que se busquen salidas distintas que “revolucionen” todo, aun a riesgo de convertir esto en un desastre, ya que muchos tienen poco que perder.

Debemos tener serenidad para disminuir esta brecha generacional lo antes posible, porque solo lleva a callejones sin salida o a acantilados sin cuerdas. No podemos volver atrás. No podemos abandonar una senda donde prime la unión de países, la mutua colaboración, la solidaridad, el libre comercio, el progreso y la tolerancia.

Mis padres me enseñaron a ser tolerante y solidario.

Creo que los padres de todas las personas de mi generación también.

Ahora no podemos permitir que estas nuevas generaciones no crezcan en esos valores y que cuando ellos sean padres, inculquen valores de ruptura, de desunión, de comunismo o de populismo a sus hijos, porque eso sólo tiene un destino, y no tiene buena pinta.

No debemos permitir que esta brecha generacional siga aumentando. Necesitamos más y mejor educación que sea la base para que no haya racismo, no venzan el populismo y prevalezca el sentido común en las próximas generaciones. Por eso, sería una gran noticia para España, que ahora que se está hablando para formar el futuro gobierno de nuestro país, conseguir entre todos volver a poner los cimientos de un gran país, una consensuada reforma educativa que empieza a corregir de manera urgente, esta brecha generacional.