Imagino que como todos los Españoles, cada uno de nosotros tenemos nuestra pequeña historia sobre el 11 de Marzo de 2004. Curiosamente, todos nos acordamos de lo que hacíamos, de donde estábamos, de como nos enteramos…… yo Nunca he contado lo que sentí el 11 de Marzo de 2004, mi «pequeña historia» que la verdad es que no tiene nada de especial, ni es muy distinta al de la gran mayoría de las personas, pero me apetece escribir cuatro lineas sobre ella, simples y sencillas como mi vida:
Mi 11 de Marzo
En el año 2004 estaba destinado en el Regimiento de Artillería Antiaérea nº 71 situado en Fuencarral, en el que llevaba desde 1998 y en el que he estado
hasta el 2008.
Mi vida rutinaria era algo más sencilla que ahora:
Levantarse a las 6:30 horas
Coger el autobús en Morata a las 06:50 horas
Llegada a Conde de Casal a las 7:20 horas aproximadamente
Cogía el autobús urbano 14 hasta Atocha que llegaba a las 7:30 aproximadamente
y por último cogía un tren desde Atocha a Fuencarral llegando a las 7:50 horas mas o menos a mi destino.
Cuando salía a las tres de la tarde, hacía el recorrido a la inversa, tren-bus-bus-casa.
No solía faltar a trabajar. Me gustaba mi trabajo, el Ejercito. Me gustaba lo que hacía y no tenía motivos para faltar salvo causa justificada, pero el 11 de Marzo de 2004 me encontraba mal, no se si fue la fortuna o la casualidad, pero me desperté con algo de fiebre y puse un mensaje a mi compañero edu: «Edu tengo algo de fiebre y me encuentro mal, dile al Jefe que luego voy al medico y le cuento«.
No se donde hubiera estado a las 7:36 horas del día 11 de Marzo. Creo que no me hubiera pillado dentro de ninguno de los trenes, pero sin duda hubiera estado cerca de las 1858 personas que resultaron heridas o de las 192 víctimas del mayor atentado sucedido en España, y eso me pone los pelos de punto.
Luego en la televisión vi algún amigo de mi pueblo que el afectó de lleno. Más tarde me enteré de que compañeros y compañeras mías en el Cuartel de Fuencarral estaban muy mal. Ninguno falleció pero todavía hoy algunos están de baja y les quedan secuelas.
El siguiente día que hice ese recorrido y monté en el cercanías, noté como nos miramos entre todos los que íbamos en el vagón con sospecha. ¿quien es este? ¿que llevará en la mochila?
Y pienso, que si a mi no me afectó, a todas esas personas que lo vivieron, con heridas o sin heridas, deben te tener pánico de que algo así les vuelva a suceder. ¿habrán vuelto a subir a un tren? Que desgracia tener que vivir así.
La política y el uso político que se hizo durante y después me dan nauseas. No me importan. Como bien sabes amigo lector, hace poco que me he quedado sin una hija, a la que echo mucho de menos, pero cuando veo la foto en el homenaje de hoy, también me entristece ver que en ella hay muchos hijos, que se han quedado sin padres, y es terrible.
Todos tenemos una pequeña historia el 11 de Marzo, esta es mi historia.
un abrazo a todas las víctimas.