Publico este articulo en Madridiario

Llevamos más de un mes afrontando un debate en España, impulsado por Vox y aprovechado hábilmente por el hombre de las reverencias también llamado Iván Redondo, para desviar la atención de cada una de las cosas que hace el gobierno socialcomunista de Sánchez e Iglesias como sus oscuras mentiras.

Esta cortina de humo, que únicamente beneficia a la izquierda, quizás tenga sentido en otras regiones de España, pero claramente no en la Comunidad de Madrid, por eso Rocío Monasterio no lo incluyó en el acuerdo de investidura. Los madrileños desde hace muchos años, tienen una gran diversidad de centros educativos para decidir donde llevar a sus hijos, como además tienen la capacidad de tomar esa decisión, que por desgracia no tienen en otras regiones lideradas por gobiernos progres.

Este debate estéril e impostado, está poniendo en el centro del debate a uno de los colectivos más importantes y vocacionales de nuestra sociedad, los profesores, intentando poner en duda no sólo su profesionalidad, sino el trabajo que desarrollan todos los días educando y guiando a niños y adolescentes por esta etapa tan importante de sus vidas.

«Los profesores no se levantan por las mañanas pensando en cómo adoctrinar”, decía esta semana con acierto la presidenta Isabel Díaz Ayuso, claro que no, porque de forma totalmente vocacional se levantan cada mañana para trabajar en mejorar la cultura y el conocimiento de los niños y también su educación, en el sentido cívico de la palabra, de unos niños y adolescentes que incluso en sus propios núcleos familiares están recibiendo “input” de información” que en algunos casos pueden ser muy perjudiciales para su desarrollo como ciudadanos. ¿también debatiremos poner un pin parental para las familias que no eduquen cívicamente a sus hijos?

Y cuando salen de los centros educativos y no están en casa, ¿nos cuestionamos con quienes están nuestros hijos y como les influencian o que información reciben?

Y sí a toda esta información que reciben en su casa, en su colegio o con su entorno de amistades, le añadimos de aliño la información digital, a la que tienen acceso libre desde un teléfono móvil, como los contenidos que les ofrecen plataformas como Youtube, (no olvidemos que tienen 2000 millones de usuarios con una media de edad muy baja) o las conversaciones que tienen en los chat privados en juegos como Fortnite y Clash Royale, llegaremos a la conclusión que esto del PIN, es una cortina de humo, que ni se acerca a lo que se supone que quiere analizar el partido verde, que es mejorar la educación de nuestros jóvenes y que los padres tengan capacidad de decidir en ese tipo de educación.

La defensa de los padres para que tengan libertad para educar es adecuada, pero estoy seguro que cualquiera de los diputados de Vox que hablan de que nadie adoctrine a sus hijos, estoy convencido que conocen, incluso en persona, a todos los profesores del centro educativo al que acuden, pero no tienen ni idea quienes son AuronPlay, Vegetta777, el Rubius o WillyRex, con los que sus hijos comparten cada día muchas horas a través de su móvil o la Tablet que le regalaron en su último cumpleaños. Por cierto, son Youtubers.

Es correcto que como padres, nos preocupemos de la información que llega a nuestros hijos, pero hagámoslo siempre, sobre todo, educando y observando de donde reciben esa información y dejemos a los grandes profesores que tenemos en nuestros centros hacer su trabajo, que lo saben hacer muy bien desde hace siglos.