Os dejo estas líneas que he publicado hoy en Madridiario.
El plan de re-activación de la economía que ha puesto en marcha el gobierno, con continuas improvisaciones, no es el adecuado. La re-apertura de cualquier empresa, comercio o la actividad de un autónomo con plazos tan lentos, van a conseguir que la agonía del empresario o del autónomo se alargue hasta, por desgracia, la perdida total de recursos para sostener en pie su negocio y el empleo de sus trabajadores.
Los gastos que tiene una empresa o un autónomo diarios son muy grandes, no sólo en lo relativo a impuestos, si no también en costos directos de lo que implica mantener cualquier actividad empresarial o comercial abierta, como alquileres, suministros, sueldos de los trabajadores y otro sinfín de gastos que van a ser imposibles de mantener, si la vuelta a la actividad productiva no se realiza a pleno rendimiento.
La ausencia de los famosos test masivos, de los que el gobierno lleva anunciando su llegada desde hace muchas semanas, hacen que la tibia decisión del gobierno para una apertura escalonada sea un error suicida para miles de autónomos y empresarios. Lógicamente hay que poner en marcha toda la actividad económica con la máxima prudencia, que nos permita proteger la salud y la vida de las personas ante este terrible virus, pero hay que hacerlo a pleno rendimiento y únicamente esto se puede hacer con la llegada de test masivos a toda la población que nunca llegan.
El presidente del Gobierno nos ha dado permiso, sin saber quién es portador o no del virus, para ir a tomar un vermut en una terraza, para ir a hacer running o para pasear con los más pequeños, que son medidas muy sociales y socialistas, pero necesitamos más porque España no puede permitirse iniciar la actividad económica esperando a una posible vacuna contra el Covid-19, necesita iniciar su actividad económica de inmediato, con la seguridad e información de los test masivos, y conseguir que en dos meses, podamos recibir el verano de 2020 con empleo, turismo, consumo y en definitiva, con ingresos en los bolsillos de los españoles y en las arcas del Estado para ayudar a los que más lo necesitan.
Son 14 los millones de españoles que a día de hoy sujetan el estado de bienestar, levantando la persiana cada día y ayudando con sus impuestos a que otros 21 millones de españoles reciban sus sueldos o ayudas del Estado, sin los primeros, las arcas públicas para los segundos se verán mermadas y peligrarán el pago de funcionarios, las rentas mínimas, las prestaciones de desempleo o las pensiones, por lo que se hace preciso pensar y planear, hoy más que nunca, en esos autónomos y empresarios españoles que están sujetando con su esfuerzo y muchas veces con sus ahorros, todo nuestro país. Y en este plan, la velocidad es importante, porque el ritmo lento que quiere establecer el gobierno de Sánchez va a provocar más crisis, más desempleo y más miseria.